¿CÓMO PODEMOS AYUDARTE?
Trabajo con arquitectos, interioristas, particulares y empresas que desean transformar sus espacios con la luz y crear ambientes que mejoren su calidad de vida.
Cuando comienzo un proyecto, lo primero que busco es entender el lugar, los objetivos del arquitecto o el interiorista y a las personas que lo habitan. Cada espacio pide una luz distinta y, para descubrirla, escucho con atención qué esperan de él y cómo quieren vivirlo. A partir de esa conversación inicial empieza el trabajo de diseño.
Analizo la luz existente, la arquitectura, los recorridos y el uso real del espacio. Valoro lo que funciona, lo que falta y lo que puede mejorarse. Esa lectura es la base sobre la que construyo una propuesta que combina funcionalidad, confort visual y una atmósfera coherente con el carácter del proyecto.
La eficiencia energética también forma parte del proceso desde el primer momento. Estudio consumos, posibles mejoras y oportunidades para integrar sistemas de control que ayuden a reducir impacto y a gestionar la luz de forma inteligente.
Con la idea clara, paso a la parte técnica: cálculos, verificación de niveles y selección de luminarias. Cada aparato se elige por su función, su precisión y su capacidad para integrarse en la arquitectura sin imponerse. El diseño y el presupuesto tienen que ir alineados, así que equilibro opciones para que el resultado mantenga calidad sin exceder los límites del proyecto.
Durante la obra mantengo un seguimiento continuo. Coordino con arquitectura, interiorismo e instalaciones para asegurar que la iluminación se ejecuta tal y como fue diseñada. Es un trabajo de detalle, de revisar posiciones, alturas y orientaciones para que nada se deje al azar.
En la fase final, el espacio se enciende por primera vez. Ajusto ópticas, enfoco, pruebo escenas y afino la luz hasta que el resultado transmite exactamente lo que se buscaba. Es el momento más delicado y también el más gratificante: cuando la iluminación empieza a contar la historia del proyecto.
Y cuando el espacio incluye obras de arte, dedico una atención especial a su lectura y conservación. Cada pieza necesita una luz que la respete, la proteja y la potencie sin distorsionar su naturaleza.
Así entiendo mi trabajo: un proceso riguroso, calmado y atento, donde cada decisión de luz tiene un porqué y un para qué.

